Un viejo
exiliado cubano que es más de lo que parece, una detective privada, una niña
huérfana y un músico buscando su gran éxito. Sicarios, mafias y agencias
gubernamentales. Todo aderezado con rock de los 70 y grandes cantidades de
alcohol y droga en la Los Ángeles de la época. Familia, amor y éxito.
Todo esto
(y más) es lo que nos vamos a encontrar en Killer Groove, mini que publicara
Aftershock hace ya unos dos años y que Planeta nos ha traído a España
recientemente.
Portada de la edición de Planeta
Esta mini
de 5 números que nos ha traído este mismo mes de julio Planeta Cómic aunque
publicada por Aftershock en 2019 sigue la historia de Jonny, un músico
fracasado que un día se ve envuelto en un ajuste de cuentas de la mafia y acaba
asesinando a una persona. Ahí es cuando se dará cuenta de que matar se le da
bastante bien pero no dejará de perseguir el éxito en su carrera musical. Desde
ese momento se irán añadiendo personajes a la historia. Su antigua amiga y ahora
detective privada, Jackie y su padre, un exiliado cubano. Una niña en busca de
su padre que contrata los servicios de Jackie sin olvidar las apariciones de
ciertos servicios secretos americanos y la mafia.
Una
historia sobre los amigos, el amor y la familia aderezada con asesinatos e
investigaciones ambientada en la decadente Los Ángeles de los años 70. La música juega
un papel fundamental en la obra (solo hay que ver esos maravillosos diseños de
portada en forma de vinilos saliendo de su funda) y la ambientación también, no
solo por el dibujo y el color sino también por las referencias que planta Ollie
Masters a lo largo de la obra: el movimiento hippie, la revolución cubana o los
asesinatos de Manson.
Hay que tener los instrumentos afinados
Los autores
no son especialmente conocidos aunque ambos han trabajado para Marvel, DC o IDW
y quizás esto juegue en contra de este cómic. Eso sí, el color corre a cargo de Jordie
Bellaire: Injection, Pretty Deadly o Redlands. Una de las coloristas más
reconocidas del momento y que consigue trasladarnos a la época junto con el
dibujo de Eoin Marron gracias a su buen hacer.
Dibujo y color creando la atmósfera de la época
La edición
de Planeta es en tapa dura, con las portadas originales (magníficas) y muchos
extras. Que no os eche para atrás el que los autores no sean muy conocidos,
este cómic es muy disfrutable, una historia ligera que gana muchísimos enteros gracias al dibujo de Marron y el color de Bellaire, que te transportan inmediatamente en el tiempo gracias a su trazo, detalles y paleta de color. A mí personalmente me recuerda
(en el tono) a películas como Dos buenos tipos o Puro vicio, por si sirve de referencia.