Tras el (para mí) no muy satisfactorio y abrupto final de su etapa en Batman, Tom King acompañado de Clay Mann principalmente, retoma la relación entre el murciélago y la gata con su particular visión, para, a modo de epílogo, dar un mejor cierre a su etapa al frente de El hombre murciélago. Si lo consigue o no, eso ya es opinable.
Ni que decir tiene que King nos va a contar la historia de amor de Selina y Bruce a su manera: a través de tres líneas temporales distintas. La primera, con una joven delincuente Selina, la segunda, con una relación entre ella y Bruce ya asentada aunque con la amenaza de El fantasma, un antiguo amor de Bruce que vuelve para dar la batalla y la tercera línea temporal, en el futuro, un futuro del que no desvelaré detalles para evitar spoilers. Ah, y con un testigo de excepción: El Joker.
¿La pareja definitiva?
Dos cosas que nos van a quedar claras es que Selina es el amor de su vida para Bruce Wayne y que esta no es una historia de Batman sino de Catwoman, algo que iréis descubriendo conforma vayáis leyendo la miniserie.