A tod@s, o a casi tod@s nos gustan las pelis y series de romanos: Roma, de HBO, Gladiator de Ridley Scott o Espartaco: sangre y arena son tres clásicos modernos que se nos vienen a la cabeza cuando se habla del tema. Todas estas producciones tienen tres elementos en común: violencia, sexo e intrigas palaciegas; tres elementos que nos han llevado a tener una imagen quizá algo distorsionada (o no) de lo que era el Imperio Romano.
El caso es que en 2008, Enrico Marini, top 3 de los mejores dibujantes europeos actuales y de este burro no me bajo, comienza a publicar con Dargaud su propia historia de romanos: Las águilas de Roma.
La Roma de Marini a pie de calle.
La estrella del desierto, El escorpión, Rapaces, Noir Burlesque y hasta Batman, Marini ha tocado todos los palos y aquí se lanzó como autor completo a contarnos su visión de Roma.
No es ningún secreto que todo lo que Marini tiene de bueno al dibujo no tiene por qué tenerlo a los guiones y (mátenme) Las águilas de Roma no pasa de ser un entretenimiento con un apartado gráfico exquisito. ¡Pero qué entretenimiento!
Partiendo de un suceso y personajes históricos: la batalla de Teutoburgo a finales del S. I a. C. en los bosques de Germania, Marini nos narra la amistad entre Arminio y Marco, los protagonistas de esta historia en la que veremos a Druso el mayor, Augusto o Sejano, personajes históricos al igual que el propio Arminio.
Pero ¿quiénes son estos protagonistas? Tras ser derrotado por Druso, Sigmar, líder de los Queruscos debe entregar a su hijo Arminio como rehén para evitar futuros conflictos y mantener una paz duradera. Tito Valerio Falco será el encargado de la educación romana del joven bárbaro y Marco es su hijo.
Las tribus germánicas se zurraban de los lindo entre ellas.
Violencia, sexo e intrigas palaciegas. Las águilas de Roma cumple sin duda con estos tres mandamientos. Cuando escribo estas líneas acaba de salir a la venta en nuestro país el séptimo volumen de la serie (que aún no he leído) y Marini, por lo que se puede ver en sus redes sociales ya está inmerso en la preparación del octavo.
Los cinco primeros volúmenes van in crescendo: la historia de Arminio y Marco, los pactos tribales en Germania, las intrigas en Roma, las traiciones y los dobles juegos desembocan en el tomo número 5, en la batalla de Teutoburgo. No quisiera hacer ningún spoiler pero este suceso histórico ocurrió hace más de 2000 años y ya sabemos lo que supuso para el Imperio Romano. También voy a decir que, como amante de la historia y profe, no me ha gustado la manera en que Marini narra la batalla porque no me parece históricamente precisa. Aunque la narración cumple su función, creo que esta batalla se merecía algo más. Eso sí, en el aspecto visual es una auténtica maravilla.
Romanos al matadero.
Desde el primer volumen, Marini está entregado a enseñarnos la Roma imperial, la Roma de Augusto y nos pasea por sus calles, lupanares, templos y palacios donde seremos testigos de las luchas por el poder, las fiestas y bacanales de las clases altas y las miserias y pobreza de los menos favorecidos además de, por supuesto, las campañas militares de las legiones durante los cinco primeros números de la colección.
Y llegamos al volumen seis, para mí, un bajón tras el culmen de Teutoburgo en el volumen anterior. Marini se marca un Gladiator y un par de escenas de sexo de lo más innecesarias además de resolver de un plumazo una de las tramas secundarias que llevaba arrastrando desde hacía tiempo y poco más.
En cualquier caso y la espera de leerme el séptimo volumen, Águilas de Roma sigue siendo una de las series cuyas entregas espero con más ganas. Es una colección de lo más entretenida, te engancha desde el primer álbum y además tiene un apartado gráfico espectacular.
Panem et circenses en el volumen seis.
¿Se puede decir algo de Marini en el apartado gráfico que no se haya dicho ya? Creo que no. Las batallas, las orgías, los planos de Roma, la figura humana...Todo es increíble en esta serie, tan pronto pasamos del interior de una taberna a un plano del foro o a una formación de batalla de las legiones. Puro entretenimiento. Pan y circo de la mano de Marini.
¿Os ha parecido una reseña tibia? pues aquí va mi opinión: empezad a leer Las águilas de Roma porque os lo vais a pasar pipa.
Norma es la encargada de publicarla en nuestro país en álbumes individuales que han ido variando de precio y número de páginas a través de los años pero eso sí: en tapa dura y tamaño europeo.