jueves, 3 de octubre de 2024

Dulces tinieblas. Reseña por Jose.

Dulces tinieblas es una fábula siniestra y por momentos grotesca, donde lo infantil y el horror se dan la mano, que no os engañen su apariencia gráfica infantil o sus personajes supercuquis; preparaos para una buena ración de mal rollo y atrocidades. Vehlmann y Kerascöet, dúo  formado por Marie Pommepuy y Sébastien Cosset, nos traen un cuento de hadas salvaje.

 

                                                           Portada de la obra.

Todo comienza con Aurora, nuestra protagonista; y Héctor, el príncipe, tomando el té. De repente, la habitación en la que se encuentran parece venirse abajo y es que se trata del interior del cuerpo de una niña muerta en el bosque que empieza a descomponerse. 

Y así comienza nuestra historia: con una pequeña comunidad de pequeños y simpáticos liliputienses (por usar un símil) que huyen a toda prisa del interior de un cadáver (¡de una niña en mitad del bosque!). A partir de aquí, deberán enfrentarse a la vida en el bosque donde la naturaleza, tan bella como hostil, comenzará a cobrarse bajas dentro de nuestro entrañable grupo de criaturas.

                                                           La pequeña evasión.

Pero no solo la naturaleza será la causante de los males de nuestros adorables amiguitos. Conforme la supervivencia se convierte en el objetivo principal, se crearán, facciones, lealtades, enemistades y se cometerán todo tipo de atrocidades. La paz, la amistad y la armonía dan paso a algo mucho más oscuro, tiñéndolo todo de una atmósfera malrrollera difícil de aceptar por el lector por la amabilidad y el estilo infantil del dibujo de Kerascöet.

                                                   Nuestra entrañable comunidad.

En definitiva, una obra que bajo su apariencia infantil, esconde un relato terrorífico y perturbador con toques de El señor de las moscas. Una auténtica sopresa dentro de las novedades de Norma del pasado mes de septiembre.

112 páginas a todo color, tapa dura con sobrecubierta y un tamaño de 23x30,2 cm por 32€.

martes, 1 de octubre de 2024

Nocturnos. Reseña por Jose.

Si el descubrimiento de Laura Pérez con Tótem fue una maravillosa sorpresa, aquí la reseña, este Nocturnos no ha hecho más que confirmar que es una de las mejores autoras del panorama comiquero actual. La capacidad para crear ambientes me parece asombrosa y en esta nueva obra, lo consigue más aún si cabe que en Tótem.


                                                                Portada del cómic.

La noche como lugar, el lugar donde habitan todas las criaturas y cómo se relacionan con ella. Hay criaturas nocturnas que han conquistado ese espacio pero no así el ser humano. La noche nos aterra, un miedo atávico al que intentamos ganarle la batalla en las ciudades, ecosistemas nocturnos donde la luz nos hace fuertes y aun así, deseamos que llegue el amanecer para sentirnos seguros bajo el abrazo del sol.

                                                          Criaturas nocturnas.

En Nocturnos, varias historias nos cuentan cómo vivimos la noche, otra vez con el estilo de la autora en un cómic más de silencios que de diálogos, con paisajes humanos, urbanos y rurales y siempre con una atmósfera oscura y tensa. Un maravilloso mosaico nocturno donde cada postal es una reflexión sobre nuestra relación con la noche, en soledad o en compañía.

El apartado gráfico es un auténtico espectáculo, Laura Pérez siempre me recordará a mi adorado Hopper. Sencillez y elegancia, la reina de las sombras.

La edición de Astiberri: tapa dura para estas 192 páginas de maravilla en papel offset por 21€. 

Una recomendación: leedla de noche.

Dulces tinieblas. Reseña por Jose.

Dulces tinieblas es una fábula siniestra y por momentos grotesca, donde lo infantil y el horror se dan la mano, que no os engañen su aparien...