Hace poquito, Panini nos traía en uno de sus ya clásicos Marvel Deluxe la etapa de Los Eternos guionizada por Kieron Guillen y dibujada primorosamente por Esad Ribic, dicho tomo también incluye los especiales que acompañaron a esta etapa y que también se publicaron en la grapa mensual de la colección.
Los Eternos nunca han gozado de continuidad en el Universo Marvel desde que el Rey Kirby los creara allá por los años 70. Tras quedar en una especie de limbo, Roy Thomas fue el encargado de integrarlos en la continuidad Marvel enfrentándolos a los dioses asgardianos. Desde entonces, hay poco destacable de lo que hablar excepto la miniserie del recién cancelado Neil Gaiman y Romita Jr.
Luego llegó Jason Aaron y se los cargó en la colección de Los Vengadores.
Portada del tomo de Panini.
El primer arco de este tomo, Solo la muerte es eterna, es un whodunnit: Ikaris resucita solo para descubrir que uno de los eternos ha sido asesinado, que la máquina de resurrección no funciona y que Thanos tiene algo que ver en todo eso. Los eternos que mueran a partir de este momento, permanecerán muertos.
Recordemos que Thanos es un eterno pero de Titán y mientras la investigación se desarrolla, iremos conociendo más detalles sobre el origen, cantidad, diferentes ramas familiares y finalidad de los eternos. Detalles impactantes que les hará replantearse su propia existencia y la eterna guerra contra el cambio, contra la desviación, que llevan manteniendo desde su propia existencia. ¿Son un sistema de seguridad obsoleto? ¿Deben abrazar el cambio ellos también?
Kieron Guillen redefine a los eternos tomando lo mejor de Kirby y lo mejor de Gaiman, pero lo mejor de este tomo está por llegar.
Ribic está impresionante.
Tras una serie de impactantes revelaciones sobre el origen y el propósito de Los Eternos, las lealtades y los objetivos cambiarán, con Zuras muerto hay que convocar la unimente y elegir un nuevo líder. Para llegar a esta situación, hay eternos que buscan un cambio y han estado conspirando en las sombras, ¿quiénes son? Bueno, como siempre, los sospechosos habituales son Druig y Duende pero con Thanos cerca, ¿quién sabe...?
Dobles traiciones, conspiraciones y revelaciones sorprendentes con una terrible respuesta a la pregunta: ¿cuál es el precio de la inmortalidad de los eternos? y la destrucción del planeta pendiendo de un hilo.
Además: un asesinato por resolver y un saboteador por descubrir. Poco más se le puede pedir a una historia como esta.
Me ha gustado. Me ha gustado mucho esta vuelta de tuerca que le ha dado Guillen a estos eternos. En esta historia narrada por "La Máquina" Guillen ha echado mano de toda la mitología eterna desde su creación y nos ha contado una historia que va desde lo pequeño, a algo muy grande. Con un ritmo narrativo creo que deliberadamente lento, te va introduciendo en esta epopeya casi sin darte cuenta, en sus diferentes escenarios y tramas. De repente, ahí está Thanos, los desviantes, el resto de eternos. Muy bien contado, con un tempo muy medido, manteniendo la tensión y el misterio todo el tiempo y dosificando las apariciones de los personajes.
En la parte gráfica Ribic está imperial. Con su estilo y el color de Matt Wilson (increíble) han sabido darle la grandiosidad necesaria a esta historia. Solo os digo que lo leáis y disfrutéis del apartado gráfico porque es una auténtica gozada. Ciencia ficción y pijameo de calité todo en uno.
Panini ya publicó esta colección en grapa y hace un par de años sacó el primer arco en una edición de lujo que es una gozada (una pena no tener la segunda parte en esa edición también). Este tomo Deluxe contiene Eternals 1-12, Eternals: Thanos Rises, Eternals: Celestia y Eternals: The Heretic y material de Eternals: A History Written in Blood.
440 páginas en tapa dura, a todo color, tamaño comic book y con extras por 50€.