miércoles, 28 de agosto de 2024

Johnny Red, el Hurricane. Reseña por Jose

Tony Iverson, un multimillonario americano apasionado por la aviación, consigue hacerse con los restos de un destrozado Hawker Hurricane de la Segunda Guerra Mundial con la intención de restaurarlo y hacerlo volar otra vez.  En su afán por documentarse y descubrir cómo un aparato de la RAF acaba estrellado mucho más allá de las líneas enemigas, en la Alemania oriental, terminará en Rusia, donde conocerá a un viejo piloto ruso que le contará la increíble historia del Hurricane y de su piloto: Johnny "Red" Redburn.

                                        Cubierta de la magnífica edición de Cartem.

Garth Ennis y Keith Burns rescatan al mítico personaje creado Tom Tully y Joe Colquhoun a finales de los 70 para, tal y como hacen con el Hurricane en el cómic, darle una segunda vida y la oportunidad de descubrir sus aventuras originales a quienes hayan disfrutado (imposible no hacerlo) del cómic que tenemos entre manos. 
Johnny Red es un aviador inglés caído en desgracia que acaba liderando un escuadrón soviético que, en una misión secreta, podría haber cambiado el curso de la contienda. De hecho, podemos decir que en cierto modo lo cambió al participar decisivamente en la defensa de Stalingrado en el 42 tal y como nos cuenta Ennis en el cómic.
El Escuadrón Halcón merece su propio apartado. Es imposible molar más que este grupo de pilotos que te enamora desde la primera viñeta: Yakob, Rodimitz, Krasov, el joven Popovich y cómo no, el grupo de Las brujas de la noche, que sembraban el pánico entre las tropas nazis con sus bombardeos nocturnos, liderado por la temible Nina Petrova. Los diseños de los personajes no pueden ser mas chulos (Yakob es un auténtico vikingo) y cada viñeta en la que aparecen, rezuma molonidad y frases lapidarias, señas de identidad de Ennis en sus cómics bélicos.


                                                  Héroes de la Unión Soviética.

Los combates aéreos también merecen su propio apartado. Son sencillamente increíbles, no en vano, Burns pertenece al gremio de dibujantes aeronáuticos desde hace más de una década y no se le puede poner un solo pero a sus Sturmoviks rusos o los Messerschmidtts 109 alemanes además del dinamismo y el realismo que le imprime a cada viñeta y splash page que nos regala el autor británico al que ya conocemos de Out of the blue, también en colaboración con Ennis, por citar alguno de sus trabajos más recientes. 
Lo único que voy a decir es que son algunos de los mejores combates aéreos que he visto en cómic en mi vida y sin olvidarme del espectacular trabajo al color de Jason Wordie sin el cual, no me cabe duda de que este cómic no sería lo mismo ni de lejos.


                                              Ataque aéreo a un aeródromo nazi.

En definitiva, un pedazo de tebeo en el que Ennis, una vez más, demuestra su amor y su pasión por el género bélico; en este caso, rescatando a un personaje clásico, creando una aventura a la altura del mismo y escribiendo un canto al heroísmo, a la camaradería y al honor en medio de la tremenda carnicería que fue el asedio a Stalingrado y en general, la Segunda Guerra Mundial.

La edición de Cartem, exquisita como siempre. Tapa dura para estas 208 páginas a tamaño 20 x 29,7 cm que recogen la miniserie de ocho números publicada originalmente por Titán cómics en 2015, las portadas originales sin texto (alguna de ellas del mismísimo Carlos Ezquerra, ojo), prólogo de Dave Hunt, Bocetos y artículos por 25€.
¡Za ródinu!

martes, 27 de agosto de 2024

Hexagon Bridge. Reseña por Jose.

Este pasado mes de julio, Moztros nos traía la primera incursión en el mundo del cómic del artista americano Richard Blake, que, como autor completo y tras un trabajo de varios años hasta completarlo, nos ha sorprendido muy gratamente con Hexagon Bridge; una obra hard cifi que ha publicado en EEUU con Image.

                                        Portada de la estupenda edición de Moztros.

En un futuro lejano, la humanidad ha descubierto un portal (el puente) para viajar a dimensiones paralelas. Jacob y Elena se ofrecen voluntarios para cartografiar lo que sea que puedan encontrar al otro lado pero tras cruzar el puente, dejan de dar señales de vida. Años más tarde, su hija Adley, que posee el don de la clarividencia, y un robot especialmente desarrollado para tener una conexión mental con la niña, irán en busca de sus padres...

                        Solamente el arte de Blake justificaría la compra de este cómic.

No nos engañemos, el fuerte de este cómic no es el guion. Sí que nos encontramos con un world building increíble a medida que avanza la trama. Conforme vamos pasando páginas, vamos a ir descubriendo qué hay más allá del puente, cómo se han desarrollado esas dimensiones paralelas que están pobladas por todo tipo de seres que han florecido en libertad y han creado sus propios reinos y fronteras con sus propias reglas y códigos.

Paisajes increíbles.

Independientemente del final (cada cual que juzgue) tengo que decir que he disfrutado muchísimo del viaje que nos propone Blake en esta maravilla visual que bebe sin duda de Moebius o Bilal (dos de mis autores europeos favoritos). Esta obra requiere una lectura pausada, para disfrutar cada viñeta y descubrir qué asoma detrás de cada esquina de esa dimensión paralela, por dar referencias, si os gustan Philip K. Dick, Villeneuve o Nolan, os vais a gozar este cómic como lo he gozado yo. Debate aparte es el final; ya en el podcast hubo polémica al respecto y es que funciona como tal, cumple su función, pero continuar estos cinco números sería maravilloso. Richard Blake nos deja una historia, por así decirlo, muy Hickman, muy poco de personajes y muy mucho de conceptos y de mundos (cosa que me encanta), cifi de calité en esta obra debut de un autor que viene del storyboarding y del arte conceptual para la industria del cine (y ojo, se nota).

La edición de Moztros: muy chula, barata y funcional: 16,50€ y tapa blanda para estas 160 paginas de cifi que recomiendo totalmente.

martes, 6 de agosto de 2024

Clase letal. Reseña por Juanjo.

¿Y si Harry Potter y Kill Bill hubiesen tenido un hijo macarra? Si quieres conocer la respuesta te lo cuento más abajo, hablamos de clase letal.
Año 1988, fin de la era Reagan. Llega al despacho oval George Bush padre, la Glasnost de Gorvachov le hace ganar simpatías con el muro de Berlín a punto de caer y ¿por qué no decirlo? Guns and Roses están petándolo fuerte. Con ese panorama descabellado se encuentra nuestro protagonista Marcus, un marginado social que vive al límite y necesita desesperadamente encontrar su sitio. Ahí es donde entra en escena la elitista y prestigiosa escuela de asesinos Kings Dominion, otorgándole una valiosa beca a nuestro protagonista que le hará convertirse en un letal asesino.

                                            Más de Kill Bill que de Harry Potter...

A partir de aquí, comienza la aventura. A través de cada curso en Kings Dominion acompañaremos a Marcus y sus amigos en este letal y despiadado camino que combina de una manera sobresaliente el drama adolescente con humor y violencia,
Remender hace un trabajo encomiable en esta obra, hablando de la juventud, la amistad, la soledad, la depresión, las dudas, el amor o las adicciones. Todo eso en una coctelera y servido en un precioso recipiente dibujado por Wes Craig que hace de cada pagina un disfrute.
Los personajes que acompañan a Marcus en esta aventura tienen una presencia y carisma que los convierte automáticamente en esenciales. Vamos a ver a un grupo de adolescentes variopintos (herederos de los yakuza, el KGB, supremacistas blancos y bandas latinas) encontrar su camino y chocarse de bruces con lo que el chungo mundo en el que viven les tiene preparados: muerte, amor, traumitas previos… Todos llegan a la escuela con un objetivo y una historia bajo el brazo. Alabanza de nuevo al autor, que con mucho acierto crea y construye un grupo y un mundo de los que queremos saber todo.

                                                       Estudiantes ejemplares.

No solo la violencia es el pilar de la obra; hay infinidad de referencias a la cultura pop y la música está muy presente en toda la obra. Hay constantes referencias musicales: Heavy, Punk, Metal, el nacimiento del Grunge, la lucha contra el pop comercial... Nuestro amigo Marcus es todo un melómano.
A gusto personal, es mi obra favorita de Remender. Sin desprestigiar ninguna, creo sinceramente que es su obra mas personal o al menos así lo he sentido yo al leerla. El diseño y trabajo de Craig a lo largo de la obra es excelso junto con el color de Loughridge, que acompañan a Marcus a través de todas las situaciones que os podáis imaginar: violencia, sangre, resacas, drogas, viajes astrales…

                                                    Clase de narrativa de Craig.

Hablamos de un cómic cuya esencia es 100% violenta, macarreo pero con guion, dramas de adolescentes pero con acceso a drogas y armas, muchas armas.
Si llegáis al final de la obra os van a sorprender la evolución de la misma y su desenlace,
pues clase letal fue serie abierta entre 2014-2022 y ya descubriréis a que me refiero, (jodienda aparte a los que la pillábamos de salida).
En España está disponible en dos formatos que publica Norma: 12 tomos tpb, todos disponibles, y dos (a la espera del tercero sin fecha) tomos Deluxe recopilatorios. Existe también una adaptación para televisión en Netflix que fue cancelada.
Crucen sin miedo las puertas de Kings Dominion, diversión y violencia a raudales les esperan, así sí que da gusto ir al cole.

Los sacrificadores vol. 1. Reseña por Juanjo.

Norma editorial nos trae los 6 primeros números del último trabajo de Rick Remender en un volumen en rústica la mar de apañado. 192 páginas ...